¡¡Objetivo conseguido!!, en la pasada receta os comentaba de las pocas visitas que faltaban para llegar a las 1000 y por fin se alcanzaron, desde aquí quiero dar las gracias a tod@s los que en algún momento se han pasado por el blog. Hoy la receta va dedicada a todos vosotros. Y qué mejor que una tarta que sabe a primavera, ya que la protagonista es una de las frutas de temporada: las fresas. En este caso las vamos a combinar con un delicioso frosting de vainilla, nata y mascarpone que podéis utilizar en cupcakes u otros postres aparte de la idea que aquí os propongo en forma de tarta.
Vamos con los ingredientes:
Para el bizcocho:
- 225 grs de harina de repostería
- 2 cucharaditas de levadura
- 100 grs de yogur (yo puse griego de fresa)
- 3 huevos (yo uso tamaño L) a temperatura ambiente
- 180 grs de azúcar
- 90 grs de aceite de girasol
- 1 pellizco de sal
- 1 cucharadita de pasta de vainilla o de fresas
- 125 grs de fresas
Para el relleno:
- 150 grs de fresas + algunas para adornar
- 1 brick pequeño de nata para montar (35% materia grasa) bien frío
- 1 tarrina de 250 grs de queso mascarpone
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- 120 grs de azúcar glass
En primer lugar cortamos en rodajas las fresas del relleno y echamos 3 o 4 cucharadas de azúcar y reservamos en la nevera varias horas hasta que suelte el jugo.
Para el bizcocho precalentamos el horno a 180º. Engrasamos 3 moldes de 15 cm o 2 de 18 cm. Tamizamos la harina con la levadura. Ponemos en un bol todos los ingredientes menos las fresas y batimos durante 30 minutos hasta que veamos que está todo bien integrado, podemos batirlo con una batidora de brazo o cualquier otro robot de cocina que tengais. En mi caso yo lo batí durante 30 segundos a velocidad 5 con la Thermomix. Añadimos las fresas cortadas en taquitos.
Distribuimos la masa por igual en los moldes elegidos y horneamos en la parte media baja del horno durante 20 o 25 minutos. Nos aseguramos que estén listos si pinchando un palo de brocheta sale limpio. Sacamos los moldes del horno y dejamos en los moldes 5 minutos para posteriormente desmoldar sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo. Si no los vamos a usar al momento los envolvemos en papel film y reservamos en la nevera.
Para en frosting tamizamos el azúcar glas y la ponemos junto a la nata, el queso mascarpone y la vainilla en un bol y batimos con una batidora de varillas a velocidad media alta como si fuésemos a montar nata hasta que vemos que el frosting queda consistente.
Para montar la tarta nivelamos los bizcochos si fuese necesario. Escurrimos las fresas que pusimos en rodajas junto al azúcar en la nevera (reservando el caldo). Ponemos una cucharadita de frosting sobre el plato y el primero de los bizcochos (el frosting actuará de pegamento). Pincelamos el bizcocho con el jugo de las fresas y ponemos frosting al gusto y la mitad de las fresas en rodajas. Colocamos la siguiente capa de bizcocho y volvemos a pincelar con el jugo y añadimos más frosting y el resto de las fresas. Colocamos la última capa de bizcocho, volvemos a pincelar con el jugo de las fresas y cubrimos la tarta con el resto del frosting, adornando con más fresas al gusto.
Reservamos en la nevera hasta el momento en el que la vayamos a consumir.
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